Reconstruir los cimientos de nuestra sociedad:
Los derechos humanos y la educación

Por Ana Belén García-Varela1
CUADERNOS DEL INSTITUTO IKEDA · 7


Hijos de miembros del personal de las Naciones Unidas examinan la Declaración Universal de los Derechos Humanos, al poco de haber sido promulgada (Fuente: United
Nations Photo / CC BY‐NC‐ND 2.0)

Vivimos en un mundo complejo, cada vez más interconectado, caracterizado por la diversidad de culturas, creencias y sistemas políticos que, en muchos casos, lejos de valorar la diversidad y buscar la convivencia en armonía generan enfrentamientos que dan lugar a violaciones de los derechos humanos y crisis humanitarias. Esto hace que sea necesario que reflexionemos sobre los valores fundamentales que sustentan nuestra sociedad para construir un camino hacia la justicia social, la igualdad y la dignidad de la vida. Por ello, hemos querido dedicar este séptimo número de la revista Cuadernos del Instituto Ikeda a reflexionar sobre los derechos humanos, un pilar básico en ese cometido.

Comenzamos el número con algunos fragmentos seleccionados de la propuesta de paz que Daisaku Ikeda presentó a las Naciones Unidas en 2018, que tuvo como eje central los derechos humanos y que puso un especial énfasis en la educación como elemento clave para construir sociedades más justas. Bajo su inspiración, seguidamente presentamos una serie de artículos con los que queremos hacer reflexionar a nuestros lectores sobre la necesidad de educar en materia de derechos humanos y actuar en su defensa. Porque, si bien constituyen principios inalienables que todas las personas poseen por el simple hecho de ser humanas, el respeto de estos derechos no está garantizado, sino que involucra un constante desafío que requiere educación, diálogo y colaboración profunda entre las instituciones, así como entre la ciudadanía.

De este modo, se tratan en esta edición diferentes iniciativas impulsadas desde ámbitos diversos, entre los cuales se cuentan el marco de las Naciones Unidas, la investigación social como plataforma de transformación, y la actividad de asociaciones no gubernamentales.

Se examinan también las bases de la democracia y los pilares que la sustentan, tomando en consideración las tensiones que se generan desde la autonomía a la solidaridad, o desde la racionalidad frente al pluralismo de ideas.

Se abordan la importancia del diálogo y la colaboración entre naciones (y también entre individuos), como vía para garantizar el bienestar de todos los habitantes del planeta, especialmente en el contexto actual de crisis global de refugiados que demanda nuestra atención y acción conjunta.

Además, en este número se examina la necesidad de construir sociedades inclusivas que abracen la diversidad y la pluralidad como fortalezas, sobre la base de la educación y el diálogo. Y es que, a través de la colaboración sustentada en el conocimiento del sufrimiento del otro, surge la compasión que nos permite trascender fronteras y construir un mundo donde la dignidad de la vida sea una realidad para todos los seres humanos.

Por ello, el último artículo se dedica a una obra que reexamina la compasión como valor humano fundamental, desde el que educar y reconstruir la sociedad.

Con la idea de fondo de que, tomando conciencia de nuestro papel como ciudadanos, podemos trabajar juntos para superar los desafíos y dificultades actuales, la educación en derechos humanos se erige como un faro de esperanza y empoderamiento para que –en un mundo donde la intolerancia y la desigualdad persisten– estemos capacitados para defender nuestros derechos y los de las demás personas.


[1] Ana Belén García Varela es subdirectora del Instituto Universitario de Investigación en Educación y Desarrollo Daisaku Ikeda, en la Universidad de Alcalá. Además, es profesora titular de universidad e imparte docencia en el Departamento de Ciencias de la Educación de dicha universidad.

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