«Con un marcado sentido humanista»:
Mensaje de la dirección del instituto

Por Alejandro Iborra
CUADERNOS DEL INSTITUTO IKEDA · 1 · Jun. 2020


Alejandro Iborra interviene en el acto de presentación del Instituto Ikeda en la Facultad de Educación de la Universidad de Alcalá, en su Campus de Guadalajara | Foto: Universidad de Alcalá

Hoy, de manera especial, queremos celebrar simbólicamente el comienzo de las actividades del Instituto Mixto de Investigación en Educación y Desarrollo Daisaku Ikeda (IEDDAI). Digo «simbólicamente» porque este comienzo habría sido imposible sin la actividad previa que hemos ido desarrollando en los últimos tres años. La semilla de este instituto se encuentra en una idea que tuvo la profesora Ana Belén García Varela, nuestra subdirectora. Tras una visita a Japón en 2016, en donde tuvo ocasión de conocer la Universidad Soka y el Centro de Educación Primaria y Secundaria de Kansai, se le ocurrió la posibilidad de crear una asignatura que se centrara en uno de los propósitos principales planteados por Tsunesaburo Makiguchi: fomentar la felicidad de los estudiantes. De ahí vendría el título de la asignatura: Educación para la Felicidad. Más allá de verlo como un proyecto individual, quiso compartirlo conmigo. Y así es como, entre los dos, empezamos a plantear esta asignatura por la que ya han pasado varias promociones de alumnos.

El IEDDAI se inicia, por tanto, en este espacio de exploración activa que posibilita esta asignatura. Además de indagar acerca de qué es la felicidad y cómo fomentarla en el contexto educativo (y otros contextos de desarrollo personal y profesional) la asignatura está permitiendo crear valor en el currículum de la Facultad de Educación. La creación de valor es justamente el principio rector de la filosofía iniciada por Makiguchi y continuada por Josei Toda y actualmente Daisaku Ikeda. Como reconocimiento a la inspiración inicial por estas ideas, el siguiente paso consistió en proponer a nuestro Departamento de Ciencias de la Educación y al consejo de gobierno que se concediera nuestro máximo galardón, el doctorado honoris causa, a Daisaku Ikeda, por sus contribuciones al campo de la filosofía y sus diálogos mantenidos con el propósito de crear una cultura de paz. El 25 de enero de 2018 tuvo lugar dicho reconocimiento en el Paraninfo de nuestra Universidad, en una emotiva ceremonia dirigida por nuestro Excelentísimo y Magnífico Rector, D. Fernando Galván Reula. En una entrevista posterior al propio Daisaku Ikeda (2018), planteaba varias ideas claves para nosotros, reflexionando acerca de cuál debe ser la misión de una Universidad:

[…] la misión de las nuevas universidades debía ser iluminar las virtudes del pueblo, revitalizar su espíritu y obrar en dirección a su felicidad. Siempre consideré que los egresados universitarios debían prestar servicio a aquellas personas que, por diferentes circunstancias, no habían tenido la oportunidad de acceder a la educación superior. La educación eleva y nutre al ser humano, como lo demuestra cabalmente la Universidad de Alcalá. Su propósito no se limita a la mera transferencia de conocimientos ni a buscar el desarrollo de competencias individuales. Estoy convencido de que la misión de las universidades en el siglo XXI reside en forjar valores humanos que puedan contribuir a la paz del mundo y a la felicidad del género humano en los diferentes ámbitos del quehacer social.

Una vez expresado formalmente nuestro reconocimiento y agradecimiento al trabajo y las ideas de Daisaku Ikeda, nos propusimos dar un paso más y crear una estructura en la  propia universidad, que promoviera un sistema educativo con un marcado sentido humanista, que hiciera factible el principio de que no es la educación la que está al servicio de la sociedad, sino al contrario, es la sociedad la que está al servicio de la educación; porque es por medio de una educación genuinamente valiosa como la sociedad puede transformarse a sí misma. Dicha estructura implicaba la creación de un instituto de investigación, algo que conseguimos el 13 de diciembre de 2018, cuando se aprobó en el Consejo de Gobierno de la Universidad de Alcalá.

El Instituto es una organización mixta, porque forma parte de dos instituciones: la Universidad de Alcalá y la Universidad Soka. Tenemos el privilegio de contar entre nuestros miembros con los profesores Dr. D. Ryouhei Tanaka, vicerrector de la Universidad Soka, especializado en Lengua y Literatura Europea; el Dr. D. Masashi Suzuki, decano de la Facultad de Educación de la Universidad Soka, especializado en Matemáticas; y por último el profesor Dr. D. Daisuke Inoue, director del Centro de Asuntos Internacionales de la Universidad Soka, especializado en Sociología. Este carácter mixto proporciona al Instituto una seña de identidad fundamental, dado que justamente pretendemos no solo divulgar la obra de Daisaku Ikeda y Tsunesaburo Makiguchi, sino contextualizarla en el desarrollo científico y humanista occidental. Reconocer el valor de la obra de Daisaku Ikeda implica contextualizar sus ideas en el marco de otras disciplinas, tales como la psicología humanista, la psicología del desarrollo, la psicología positiva y la psicología de la educación, sin olvidar el carácter interdisciplinar de nuestro instituto que incluye también otras disciplinas como la sociología de la educación, la didáctica, el derecho y la geología, la geografía y el medio ambiente.

Además de esta tarea de integración y divulgación nos proponemos investigar cómo generar buenas prácticas educativas en nuestro entorno, que, más allá de una formación basada en competencias, promuevan la sabiduría y forjen el carácter de los alumnos, como plantea Ikeda (1997):

A través de la educación, nos liberamos de la impotencia, del agobio que nos provoca la falta de confianza en nosotros mismos. Un individuo que ha dejado de dudar de sí, que ha aprendido a confiar en su propia persona, posee naturalmente la capacidad de creer en el potencial latente de los demás.

Justamente en esta idea coincide también el pensador de origen coreano pero afincado en Alemania, Byung-Chul Han, cuando plantea que hoy la escuela superior se ha “convertido en un centro de producción que tiene que producir capital humano. En lugar de cultivar, instruye. La formación no debería ser un medio, sino una finalidad en sí misma. En la formación el espíritu debería referirse a sí mismo, en lugar de subordinarse a un objetivo externo” (Han, 2020, pos. 635). Ambas citas se complementan en una defensa por una educación con un fuerte sentido humanista, en contraposición con la principal tendencia instrumental actual en el contexto educativo, excesivamente orientada a las necesidades del mercado.

Por último, el Instituto pretende llevar a cabo actividades de formación que puedan especializar a nuestros alumnos en estas cuestiones, que no tienen cabida en el currículum ordinario, mediante la organización de jornadas, seminarios y diferentes tipos de escenarios de formación. Así resulta fundamental para nosotros enfatizar la importancia del esfuerzo en la educación, la importancia de transcurrir por terrenos poco conocidos, no ordinarios, donde el diálogo con otras disciplinas inspire nuestra formación y contribuya a la formación de los demás. Enseñar no entiende del verbo imperativo, pero sí puede crear contextos donde se suscite el interés, la curiosidad y el deseo por saber más.


Referencias

Han, B-Ch. (2020). La desaparición de los rituales. Barcelona: Herder.

Ikeda, D. (23 de octubre de 1997). Un nuevo humanismo para el siglo venidero. Disertación pronunciada en la Fundación Rajiv Gandhi de Nueva Delhi. Seikyo Shimbun.

Ikeda, D. (2018, 16 de febrero). Daisaku Ikeda, el filósofo de la paz, Honoris Causa por la UAH. UAH.es. Recuperado de http://portalcomunicacion.uah.es/diario-digital/entrevista/daisaku-ikeda-el-filosofo-de-la-paz-honoris-causa-por-la-uah.html

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